lunes, 7 de abril de 2014

Ascenso

Un aullido,
Y enseguida, vigoroso,
Escala
El ávido romance:
Desde lo clandestino asciende,
Reniega del pacto
Escapa.
Calando sus dedos las piedras venosas,
Agitado,
Ya en las alturas,
Buscando una saliente
Donde aferrar la vida y
Tomar el tiempo,
Se excita,
Olvida el respiro.
Erguida la cabeza para encontrar en la cima
La tibieza de la fiebre enclaustrada en cuatro labios,
Avanza.
Los hará suyos a los gritos,
Apenas pueda encontrar el camino.
No sabe que la calma es vara
Para correr los juncos, espantar las bestias
Y apoyar la marcha,
Entonces sube a los saltos.
Se arriesga privando de aire su hinchado pecho en agonía
Pero suple la impericia con las ganas
Que lo arrastran sobre todo,
Como si fueran alas.
Ya no es esclavo del aire,
Pues sabe quedar suspendido
Gozando de la mística que encarna,
Reinando con el vuelo en la anarquía de los juncos,
Burlando de las bestias sus miradas,
Inventando en la nada del cielo
Surcos transpirados e invisibles.
Conquistando la cumbre a su manera
Liberando, finalmente en su ascenso,
A la fiebre
Y a los labios.


Julián Reynoso

02 de Abril 2012

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