martes, 29 de abril de 2014

Obtuso

Toda mujer es abismo,
De hojarasca, de sueños.
Algunas interpelan su secreto
Y otras lo cultivan y lo exponen
Como un fenómeno de feria.
Los hombres,
Algunos nos sometemos como testigos
De las cirugías emocionales,
De las lunas tacitas
De los sueños verdes,
Y otros nos iluminamos como dioses
Para florecerlo todo.
En ese camino alguna vida es intemperie
Y algunos llantos se nos ofrecen como lugar de paso obligado
Donde el peligro es sentirse a gusto.
En virtud de comprenderse se amontonan los miles
Y los unos ni llegamos a estimar
El destino de aquella imponente mecánica subterránea.
Tanto es posible dudar sobre la veracidad
De los miedos, de las medidas
¡De nosotros!
Que se nos logran adelgazar los besos, los huesos y las ganas.
Toda mujer es abismo
Y aún así, ese peligro, esa navaja que desenfundan sus labios
Pone algo de certeza y de azar
A la suerte del hombre,
Para ignorar sus propios misterios,
Sus propias navajas,
E interpelar
Sus abismos.

Julián Reynoso

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