lunes, 14 de abril de 2014

La mujercita

La mujercita
Desconsolada dejó el otoño en mis manos
Y corrió
Corrió
Cruzando la calle, a unos brazos extendidos sin rostro.
En mis manos tierra, en mis manos hojas secas,
El llanto de la mujercita.
Brotaba acurrucada bajo el claustro
Anudada, tras la calle
Entre lágrimas
Miraba todo y todo era en mí su auxilio
No así su refugio
En ese otoño de hecho.

Tácito el pretexto pero no su nombre;
Apenas la mirada degradada;
La mujercita aun esperando que lo descubra por mi cuenta
O que lo invente;
Me miraba,
(También)
Miraba mis manos,
Yo no sabía qué hacer con ellas
Mucho menos con la mujercita
O que buscaba aquella de todo eso.
Le  sacudía los ojos reclamando instrucciones
Que de pronto enviaba:
-Sostenga la tierra,  las hojas,
¡Hombre!
Suelte el otoño,
¡Vamos! ¡Así!
Cruce la calle
¡Venga!
Séqueme las lágrimas,
Déjeme probar sus brazos-


Julián Reynoso

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