lunes, 7 de abril de 2014

La ultima docilidad

Entre el nunca
Y la espasmódica docilidad,
Nos conmueve, por déspota,
Un albor.
Lágrimas en precipitada
Esperan ser devoradas
Por la sal de los vocablos
Y el ácido corrosivo
Del temeroso final

Todos los “alguna vez”
Con que atestamos los estómagos
Son la bilis que lloramos
Por no dirigirnos la razón.
Y aun así
De tanto en tanto,
La hora cero de todo aquello reclama voz,
Como si fuera lamentándose
Que logrará ser atendida.

Para dormirnos:
El respiro entrecortado,
Un boca a boca
De puros restos
Y cuatro manos posadas
Amenazando acariciantes.
Son la vida en ésta noche
De tanto nunca,
De tanta docilidad.
1 octubre 2013

Julián Reynoso

No hay comentarios:

Publicar un comentario